SOMOS



Cristianos.
Sólo eso.
Llamados por el Maestro a seguirle.
Desde distintas comunidades cristianas.
Son Iglesias hermanas.
Separadas por lo accesorio.
Y unidas en el centro, como radios de rueda confluyentes.
Unidas en Jesús, el Cristo.
Con la voluntad y la necesidad de encontrarnos en El.
Porque creemos que la gloria del Padre es que sus hijos estén unidos.
Sabemos que sólo El tiene el poder de juntarnos olvidando lo que nos separa.
En Taizé ha sido posible. Aquí, ¿por qué no?

Quienes se apunten a este camino,
quienes queráis regar esta semilla
...pasad y sentaos.




jueves, 9 de noviembre de 2017

Marta y María

Habla Jesús:
"En la cena de esta noche en Betania me has hecho entender mejor qué es lo que deseas de tus hijos, Abba. Veía a María agitada y nerviosa por servirme y quejándose después porque estaba haciendo tanto por mí, mientras que María solamente me escuchaba; y me daba cuenta de lo que se esconde detrás de cada una de estas actitudes.

Muchos andan buscando, como Marta, reunir méritos y hacer muchas cosas por ti con la intención, quizá ignorada por ellos mismos, de presentarse anti ti cansados y satisfechos, sabiéndose eficaces e importantes. Te presentan las obras de sus manos como gavillas de trigo de un campo que ellos mismos han arado, sembrado y cosechado. De noche y de día han vigilado el crecimiento de las semillas y, si alguna vez descubrieron que había nacido también cizaña, la arrancaron enseguida y con su precipitación, no se dieron cuenta de que estaban dañando también al trigo. Pero como se han fatigado mucho y piensan que eso es lo que te agrada, se acercan a ti esperando secretamente que agradezcas y recompenses sus preocupaciones, agobios y desvelos.

Otros, lo mismo que María, exponen ante ti su existencia como una tierra vacía y pobre y esperan silenciosamente que seas tú quien siembre en ella las semillas; no se desentienden de ellas y también las cuidan, pero conocen la fuerza oculta de lo que crece por su propio impulso y se fían más de lo que pueden hacer tu sol y tu lluvia que de su propio esfuerzo. Duermen tranquilos abandonando en ti sus preocupaciones y cuando llega la hora de la cosecha vienen a ti contentos, desbordando confianza y agradecimiento porque reconocen lo que hay en sus manos como don tuyo.

Y como no deseo otra cosa sino dar a conocer tu verdadero rostro, he afirmado esta tarde que María ha elegido la mejor parte. Esa que tú das en herencia a los que eligen, por encima de todo, escuchar tu Palabra y abandonarse a tu amor."
                                                                                     (Contar a Jesús. Dolores Aleixandre. Pág.145)





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