SOMOS



Cristianos.
Sólo eso.
Llamados por el Maestro a seguirle.
Desde distintas comunidades cristianas.
Son Iglesias hermanas.
Separadas por lo accesorio.
Y unidas en el centro, como radios de rueda confluyentes.
Unidas en Jesús, el Cristo.
Con la voluntad y la necesidad de encontrarnos en El.
Porque creemos que la gloria del Padre es que sus hijos estén unidos.
Sabemos que sólo El tiene el poder de juntarnos olvidando lo que nos separa.
En Taizé ha sido posible. Aquí, ¿por qué no?

Quienes se apunten a este camino,
quienes queráis regar esta semilla
...pasad y sentaos.




lunes, 28 de noviembre de 2016

En tu palabra echaré las redes

Segundo encuentro del curso. Nos prepara María la oración. Se nota el oficio. Hoja bien preparada y estructurada. Ambientación. Musica de fondo para ir entrando en silencio...Todo preparado para meternos en harina.
Comenzamos con una lectura que nos descubre el adviento:
"Mensajeros que van y vienen....profetas cargados de promesas, peregrinos en busca de destino.......los sueños de nuestras ilusiones, las esperanzas de los que nada tienen, Dios bailando en nuestro vientre...".
Y después escuchamos el Evangelio:
"Boga mar adentro y echad vuestras redes". "Maestro, hemos estado bregando toda la noche y no hemos pescado nada, pero en tu palabra echaré las redes".

A veces sentimos que estamos cansados después de tanto bregar, después de tanto camino andado, de tanta lucha contracorriente que parece no haber cambiado nada, de tantos desencantos con la gente, ....cansados después de tanto desierto cruzado.
Pero ahora Jesús nos pide que boguemos mar adentro y que echemos las redes. Ahora que no tenemos fuerzas, que estamos de vuelta de casi todo, ahora que apenas oímos su voz escondida entre nuestro dolor.
Estamos cansados. Quisiéramos ir a la oril!a, donde no cubren las olas y podemos hacer pie....
Pero Él insiste: Echa las redes otra vez.

Llega otro adviento. Hemos vivido tantos. Y siempre hablando de esperanza. Pero a veces nos queda tan poca.
Y quizá es ésta la propuesta para este adviento: en su palabra, echar las redes. En otras palabras: fiarse. Sí. A pesar de haber echado las redes veinte veces antes y haberse ido de vacío, a pesar de la desesperanza que a veces nos invade.
En su palabra....Caminar, cruzar desiertos, noches oscuras, dolor, miedo,...En su palabra...volver a apostar por el Reino, volver a esperar sin desencanto.
Como el funcionario que se vuelve fiado de la palabra de Jesús que le dice que su hijo está curado. Como el sembrador que siembra la semilla y se acuesta fiado de que germine sin que él sepa cómo.

También nosotros este adviento podemos esperar de nuevo fiados de su palabra y de su amor.




martes, 8 de noviembre de 2016

Otoño

Primer encuentro. Luchamos contra el puente y vencimos, porque estuvimos un número majo. Las hojas de la oración llegaron in extremis, pero empezamos puntuales porque afortunadamente ya estaba todo preparado. En el transcurso un móvil y al final tertulia bastante focalizada,... pero para la próxima seguro que mejoramos.


Comenzamos curso en otoño, cuando caen las hojas de los árboles y parece como que todo quiere desprenderse de lo viejo para rebrotar más tarde con fuerza. 
Tengo un ficus muy grande en mi salón que llega casi hasta el techo. Lleva con nosotros 25 años y cada otoño comienza a perder hoja y solemos comentar: "Huy, creo que de este año no pasa". Pero llega la primavera y asoman nuevos brotes y en unos meses ya tenemos más hojas. Pienso que es como una limpieza inteligente que se deshace de sus partes viejas.
Lo que no sé es si nosotros hacemos lo mismo. ¿Nos apuntamos también a cambiar de "hoja"? ¿O más vale hoja arrugada que nueva no controlada? Porque ya se sabe....estas hojas irreverentes....comienzas dándoles una ramita y te acaban cogiendo el árbol entero....Y así mal vamos. Con lo tranquilos que estábamos....Y empezar a cambiar cosas a estas alturas....

Pero la vida no se detiene. Cambia. Se renueva. Te trastoca. Te desinstala. Te desnuda a veces para dejar ver el interior.
Y caminar con Jesús es siempre apuntarse a lo nuevo. Y confiar en que en cada sendero nuevo Él estará caminando a nuestro lado.
"¡¡No temáis!!"